martes, 17 de enero de 2012

En busca del enemigo


Hay una reflexión que está pendiente en este blog desde hace mucho tiempo. Trata sobre los medios de comunicación occidentales de la actualidad y su manera de enfocar las noticias. Cómo ejemplo pondremos esta noticia del diario El País que aparecía en la edición digital.
Para un iraní debe ser frustrante ver como Estados Unidos acusa al gobierno de Ahmadineyad de intentar asesinar al embajador saudí en Washington y la mayoría de población occidental lo crea. En cambio, cuando el presidente de Irán habla de que el 11s es una artimaña del propio gobierno americano para poder justificar la posterior invasión de Irak, la mayoría de la población occidental no da crédito a como un señor puede expresar tal cosa en la sede de la ONU en Nueva York.
Los dos discursos nos parecen igual de disparatados, en cambio, tendemos (me incluyo) a creernos el americano como algo normal y el iraní como una afirmación que está fuera de toda lógica.

Cuando terminó la guerra fría el mundo entero creyó que las disputas entre dos bloques, dos países o dos superpotencias quedarían sanjadas en ese instante, pero nada más lejos de la realidad. Estados Unidos necesita un rival, y siempre que se encuentre la disputa de la hegemonía del mundo en medio, hará lo imposible por encontrarlo. Lo encontró de forma relativamente rápida en el terrorismo internacional poniéndole una cara con barba y turbante como símbolo del mal. Independientemente de sus creencias se tomó la imagen del musulman tradicional como la principal amenaza del mundo.

Después de las recientes revueltas en el mundo árabe, donde la población reclama vivir en un país mejor, en el que primen los valores de la democracia, EEUU ve peligrar la imagen de su enemigo, pues que estos reclamen tener los mismos derechos que cualquier otro americano u occidental, los asemeja a ellos, por tanto, pierden la imagen que tenemos de radical con metralleta en mano.

Al ver que pueden perder a su principal enemigo de forma más o menos inmediata la maquinaria se ha puesto a trabajar para encontrar la alternativa, encontrándola en el discurso radical de Ahmadineyad. Esta última noticia, en la que se vincula al gobierno iraní con el intento de asesinato del embajador saudí en Estados Unidos, pone de manifiesto quién es el bueno y quién el malo. Véase la parte de la noticia en la que dice: "El compló implicaba a cuatro países: Arabia Saudí y Estados Unidos, como víctimas; Irán como perpetrador y México con el telón de fondo del narcotráfico".

He aquí una manera de leer la noticia. Usted leala de la manera que estime oportuna.

Fuentes:
http://www.elpais.com/


¿Ética periodística?

Fotoperiodistas haciendo una foto en Haití

 No hay peor falta de ética periodística que dejar de dar una información porque ya aburre. Es lo que ocurre con Haití y con muchas zonas del planeta. Haití, por ejemplo, sigue en la miseria e incluso puede que mucho peor de como estaba antes del terremoto, pero a nosotros ni siquiera nos interesa.
Ya no nos impacta nada, porque vemos en el mismo lugar la realidad y la ficción. Las distingumos, sí, pero nos hemos acostumbrado a ver muerte, barbarie y destrucción, al igual que últimamente nos hemos acostumbrado a ver a líderes de países o "enemigos de occidente" tipo Gadafí, Sadam Husseim, Bin Laden, zarandeados, ejecutados, sin tener un juicio justo como supuestamente predicamos.
Con respecto a esta foto, es duro ver como fotografían a esta mujer, que suponemos que está muerta, como si fuera Angelina Jolie en Cannes. ¿Da cosa verdad? Pero así es la realidad, hay una foto de un Premio Pulitzer, Kevin Carter, en la que se ve una niña en primer plano, desnutrida y donde hay un buitre al fondo esperando a que muera. Kevin Carter ganó el Premio Pulitzer gracias a esta foto, pero al final le costó la vida. No pudo soportar el que le preguntaran qué había hecho después de hacer la fotografía. Simplemente había seguido su camino, no hizo nada por ayudar a la niña, continuó con su marcha. Después se suicidó.

Imagen de Kevin Carter ganadora del Premio Pulitzer.

El fotoperiodista normalmente busca obtener la mejor instantánea, la que sea publicada en todos los periódicos, creo que ni siquiera se plantea lo que está fotografiando porque entiende que esa no es su lucha. Entiende que su lucha es que tu y yo y el resto de seres humanos vean lo que allí está pasando. Es como preguntarle a un broker de Wall Street qué hizo los días posteriores al 11 de septiembre. Simplemente dirá que hizo su trabajo y su trabajo consiste en mercantilizarlo todo, incluso las vidas humanas. Cuando las torres gemelas sufrieron el impacto de los aviones, los integrantes del parqué estadounidense no vieron que allí había vidas humanas, vieron la oportunidad de hacer un poco más ricos a sus clientes, puesto que con aquellos atentados, en el centro financiero del mundo, el oro subió de una forma desorbitada y todo aquel que poseía una cantidad de este valioso metal duplicó sus ganancias.
La cuestión, en estos casos, no está en si el trabajo que realizas es ético o no, la cuestión reside simplemente en que lo hagas bien, independientemente de la moral y la ética establecidas.

Fuentes:
http://www.wikipedia.org/
http://www.elpais.com/
http://www.elmundo.es/
http://www.guardian.co.uk/